Comenzamos con una evaluación detallada para entender mejor las necesidades de cada usuaria.
Proporcionamos un acompañamiento médico esencial para la fase de desintoxicación.
Sesiones personalizadas para trabajar en los traumas, fracturas emocionales y patrones de comportamiento asociados con el consumo.
Espacios de diálogo y apoyo mutuo donde las usuarias pueden compartir sus experiencias.
Involucramos a la familia para crear un entorno de fortalecimiento.
Fomentamos habilidades laborales y de vida cotidiana para facilitar la integración social.
Integramos prácticas como terapias de yoga, espiritual, acondicionamiento físico y actividades recreativas.
Estrategias para afrontar momentos críticos y prevenir recaídas.
Estamos al lado de nuestras usuarias incluso después de finalizar su tratamiento.
Talleres y actividades que fomentan la educación sobre las adicciones y sus consecuencias.